Ríos y ríos de sangre han fluído de los mártires que dieron su vida para llevar la verdad a sus semejantes.
Ofrecieron su vida voluntariamente, porque valoraban más el restablecimiento de la verdad que su propia vida. Y digo restablecimiento porque hubo un tiempo en la Tierra en que los hombres y las mujeres que existieron entonces conocían las Leyes del Cosmos mucho mejor que vosotros; pero las olvidaron.
Y ése es el símbolo descrito en la Biblia como la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. No hubo ninguna manzana ni ninguna serpiente, eso son tan sólo metáforas, sino un abandono total de la moralidad que en un principio había regido sus vidas, y fue luego permutada por la búsqueda frívola y vana de los placeres de la vida, que alejan al ser humano de Dios y de su propia naturaleza divina.
El actual mundo caótico que han forjado las generaciones sucesivas ha sido el resultado de ese olvido de Dios, de manera que si tú hablas de Dios actualmente la gente te mira con desdén, como si estuvieras hablando de un tema molesto para ellos, que los incomoda.
Soy Sananda, Comandante en jefe de todas las huestes que protegen actualmente al planeta Tierra y a todas sus criaturas, vivas e inertes, sentientes e insentientes. En aquella época en que encarné como el Maestro Yeshua, en la actual Israel, vine a traer a los habitantes de entonces una Buenanueva: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado, y a Dios sobre todas las cosas”.
Pero los hombres de entonces, salvo unos pocos más preparados que el resto, no supieron reconocerme como el Mesías de Dios, y me torturaron y crucificaron porque no querían que nadie cambiase las leyes muertas que se empecinaban en perpetuar para seguir manteniendo el poder que ejercían sobre el pueblo.
Las cosas no han cambiado mucho desde entonces, y yo conozco los desmanes y los subterfugios de la iglesia que dice que me sigue a Mí, cuando lo que hace es pretender mantener el mismo dominio sobre las masas, tal como hacían entonces los sacerdotes del Sanedrín.
Y porque no quiero que esta situación continúe, es hora ya de transformar el deseo de poder de unos pocos, por la Salvación de la gran mayoría de seres humanos, porque todos -salvo raras excepciones- están deseando alcanzar la salvación de sus almas.
Y en eso radica mi plan, que os puedo asegurar, mis queridos hermanos y hermanas, que llevaré a buen término en compañía de los que trabajan conmigo, visibles en el escenario y también tras el telón, y pese a quien pese.
Todo el que siga el camino que Yo abriré será salvo. Aquellos que prefieran vivir en el pecado y el olvido de Dios, continuarán sus hábitos de depravación en la nueva Sodoma y Gomorra. Cada uno tendrá la oportunidad de decidir, a nadie se obligará, porque éste es un planeta de libre albedrío.
Así sea, y así será. Os amo con el mismo amor que os ama mi Padre, y os enseñaré a amar de esa manera.
Fuente: Sananda / Yeshua
Canal: Kris-Won
Ofrecieron su vida voluntariamente, porque valoraban más el restablecimiento de la verdad que su propia vida. Y digo restablecimiento porque hubo un tiempo en la Tierra en que los hombres y las mujeres que existieron entonces conocían las Leyes del Cosmos mucho mejor que vosotros; pero las olvidaron.
Y ése es el símbolo descrito en la Biblia como la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. No hubo ninguna manzana ni ninguna serpiente, eso son tan sólo metáforas, sino un abandono total de la moralidad que en un principio había regido sus vidas, y fue luego permutada por la búsqueda frívola y vana de los placeres de la vida, que alejan al ser humano de Dios y de su propia naturaleza divina.
El actual mundo caótico que han forjado las generaciones sucesivas ha sido el resultado de ese olvido de Dios, de manera que si tú hablas de Dios actualmente la gente te mira con desdén, como si estuvieras hablando de un tema molesto para ellos, que los incomoda.
Soy Sananda, Comandante en jefe de todas las huestes que protegen actualmente al planeta Tierra y a todas sus criaturas, vivas e inertes, sentientes e insentientes. En aquella época en que encarné como el Maestro Yeshua, en la actual Israel, vine a traer a los habitantes de entonces una Buenanueva: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado, y a Dios sobre todas las cosas”.
Pero los hombres de entonces, salvo unos pocos más preparados que el resto, no supieron reconocerme como el Mesías de Dios, y me torturaron y crucificaron porque no querían que nadie cambiase las leyes muertas que se empecinaban en perpetuar para seguir manteniendo el poder que ejercían sobre el pueblo.
Las cosas no han cambiado mucho desde entonces, y yo conozco los desmanes y los subterfugios de la iglesia que dice que me sigue a Mí, cuando lo que hace es pretender mantener el mismo dominio sobre las masas, tal como hacían entonces los sacerdotes del Sanedrín.
Y porque no quiero que esta situación continúe, es hora ya de transformar el deseo de poder de unos pocos, por la Salvación de la gran mayoría de seres humanos, porque todos -salvo raras excepciones- están deseando alcanzar la salvación de sus almas.
Y en eso radica mi plan, que os puedo asegurar, mis queridos hermanos y hermanas, que llevaré a buen término en compañía de los que trabajan conmigo, visibles en el escenario y también tras el telón, y pese a quien pese.
Todo el que siga el camino que Yo abriré será salvo. Aquellos que prefieran vivir en el pecado y el olvido de Dios, continuarán sus hábitos de depravación en la nueva Sodoma y Gomorra. Cada uno tendrá la oportunidad de decidir, a nadie se obligará, porque éste es un planeta de libre albedrío.
Así sea, y así será. Os amo con el mismo amor que os ama mi Padre, y os enseñaré a amar de esa manera.
Fuente: Sananda / Yeshua
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