Amados míos:
Ha finalizado la serie de capítulos que, en formato de
pequeño libro, presenté para todos vosotros hace ya 4 años. Kris Won los ha
revisado y diagramado, por lo que le agradezco el trabajo realizado; él es muy
querido por Mí.
Confío en que Mis palabras hayan conseguido la apertura
esperada en vuestros corazones, y estéis dispuestos a diseminar la semilla del
amor fraternal entre todos los seres humanos que conformen vuestra comunidad. Y
si viajáis, también entre los hombres y mujeres que encontréis en ese lugar que
visitéis.
Tratad a vuestro prójimo con amor, con simpatía, con
compasión. Tratad de ver en ellos la presencia sagrada de Dios mismo, y jamás
podréis desear mal a nadie, y trataréis a todos con el mismo cariño, sean
conocidos o desconocidos, os traten bien o mal, os caigan simpáticos o regular.
Al igual que bendije a mi discípulo Jesús durante toda su
vida en Judea hace más de 2 milenios, así os bendigo a vosotros, mis Niños, y
os dejo mi paz y mi amor sin límite y sin medida, pues el amor es para repartir
y para expandirlo, y no para contraerlo ni limitarlo a tan sólo unos pocos.
Que la misericordia divina os acompañe siempre y limpie los
obstáculos que encontraréis en vuestro camino, a veces agradable y a veces
tortuoso, pero jamás desprovisto de la Gracia de Dios, que es inagotable como
el aire que respiráis.
De la misma forma que Yo derroté a mis propios demonios
interiores tras milenios de trabajar intensamente en Mí mismo, os insto a todos
vosotros para que os trabajéis y mejoréis vuestro carácter, para llegar a ser
instrumentos útiles y apropiados en las manos del constructor de todos los
soles, sistemas planetarios y Galaxias del Universo.
Si tan sólo pudiérais veros como Yo os veo realmente, tal
cual sois desprovistos de toda cualidad negativa de vuestra personalidad, no
querríais hacer otra cosa que brillar en vuestro Ser Interior, y emanar ese
resplandor luminoso allá donde fuerais y sea con quien sea que estuvieseis.
Esas cualidades negativas se evaporarían en el aire, como la niebla se disipa al encararse con los
rayos del sol.
Os dejo ahora, mis Niños, pero sabed que contáis con una
hueste inacabable de servidores que están a mi mando, y que os enviaré a
vuestro lado cuando sea necesario en vuestro proceso evolutivo particular, pues
el Cielo nunca descansa y siempre está disponible para el aspirante que camina
con decisión y autoconfianza hacia la Luz.
Porque Ésa es la Ley, que Yo represento y manifiesto en
solidaridad con mi hermano Gautama el Buda, y con ese magnificiente Padre
nuestro que es Sanat Kumara.
En la Sagrada Luz del Espíritu Santo de Dios,
Maitreya, Instructor
del Mundo
Fuente: Señor Maitreya
Canal: Kris-Won
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