sábado, 19 de marzo de 2011

Canalización de SaLuSa por Kris-Won (18-03-2011)




S A L U S A    D E    S I R I O



Estando en la cocina fregando los platos he escuchado claramente a SaLuSa de Sirio que me ‘hablaba’ mentalmente y que quería hablar a través mío.  Yo le he dicho que prefería no contactar con las fuentes de otros canales  por respeto a ellos, pero él me ha insistido y me ha reafirmado que él sí quería hablar a través de mí.  Así que, sabiendo que es el Ser que canaliza regularmente Mike Quinsey, y como no canalizo cuando yo quiero, sino cuando Ellos quieren transmitir, al finalizar de lavar los platos me dirijo a mi ‘oficina’ y ahí quedo disponible para SaLuSa.



            Yo soy SaLuSa, de Sirio.  Hoy he querido hablarles a todos ustedes a través de un canal que no es el habitual, por una razón que Mike sabe, y como un medio para que él comprenda algo.  También hay otra razón, pero me la reservo, si bien algunas personas en particular sabrán porqué lo hago hoy así.

A esas personas les digo que no estén en la mente, que no traten de barajar más cartas de las que son capaces, y que tanto actúen como hablen con humildad, y sin vanagloriarse de lo que saben, pues como dijo muy bien el pensador griego, “sólo deberían saber que no saben nada”.

            Hoy vengo a hablarles del deseo.  Hay personas entre ustedes que tienen una riqueza tan grande que no saben ya qué hacer con el dinero que tienen; y sin embargo, aún no están contentos, y desean tener todavía más.  Y cuando tengan más, no estarán contentos, porque el propietario de tal compañía tiene aún más, y ellos no pueden ser menos, ¡faltaría más!, por lo que se pasan la vida deseando más y más, a pesar de lo mucho que ya tienen.

            ¿Acaso no es más fácil que una persona más sencilla, que dispone de lo mínimo y suficiente para vivir dignamente, pueda llegar a ser más feliz que el primero, que a pesar de que tenía mucho, deseaba aún más?

            Por eso decía Cristo, que es más difícil que un rico entre en el Reino de los Cielos, que un camello pase por el ojo de una aguja.  No obstante, no todas las personas adineradas y poderosas del mundo son así, también las hay con un corazón bondadoso y que no dudan en ayudar a los demás.  Pero éstos son muy pocos, de hecho son minoría.

            Todos ustedes conocen el adagio de que no es rico el que mucho tiene, sino el que poco desea, o el que se conforma con lo que tiene.  En verdad que no hay nadie más rico que aquél que es feliz con lo que tiene.  Ni más ni menos, se conforma con lo que la vida le ha concedido, y la ambición y la codicia no harán nunca mella en ellos.

            Yo les aconsejo que no pierdan su energía acumulando riquezas en este mundo tridimensional, sino que hagan buenas obras y compartan lo que tienen con los más necesitados.  No habrá nadie más rico que el que comparta aún lo poquito que tiene con los demás.

            ¡Y aquél que hace eso es de lo más querido para el Creador, créanme!

            Yo soy SaLuSa de Sirio, y los invito a que compartan aquello con lo que la vida les ha sonreído con abundancia y generosidad, y que ustedes sean a su vez igualmente generosos con los que les pidan su ayuda o sepan que la necesitan.  Y el Cielo sabrá recompensarlos a su justa medida.


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