I R I S
Estoy ahora en el barranco de Goldstaad. El barranco ya está a una profundidad muy considerable, pero el fondo marino se hunde aún más en las inhóspitas y desconocidas profundidades del Mar de Noruega, que son abismos donde ni siquiera nosotros podemos llegar.
¡Qué espectáculo tan impresionante! Es una lástima que todos ustedes se pierdan los increíbles paisajes que el fondo del mar nos ofrece a todos los seres que podemos disfrutar de su visión. No obstante, sí pueden deleitarse al menos con la belleza extraordinaria de los fiordos de este país escandinavo, que es una de las vistas más espectaculares que Gaia nos ofrece. Éstos se yerguen altivos sobre las heladas aguas del mar noruego, como queriendo alcanzar el cielo.
Hace varios siglos, los vikingos navegaban surcando los mares nórdicos con sus drakkars, que eran como ellos llamaban a sus ágiles y veloces embarcaciones de guerra. En muchas ocasiones los antiguos vikingos relataron algunas anécdotas en las cuales tuvieron encuentros en alta mar con seres femeninos que les cantaban hermosos cánticos muy sugestivos, que ellos llamaron sirenas. Sí, como la sirena esculpida en piedra que le da fama al puerto de Copenhage, en Dinamarca, en el Mar Báltico.
¿Y no adivinan quiénes eran esas sirenas de las que hablan las leyendas, con las que se topaban esos toscos guerreros nórdicos? Por supuesto, éramos nosotras, aunque se nos ha representado con una cola de pez, supongo que para simbolizar que nos veían nadando en alta mar, a muchas millas de distancia de cualquier tierra firme.
Tampoco es cierta esa parte de la leyenda que dice que nosotros les hipnotizábamos para que saltaran por la borda y se ahogaran. ¡Eso es ridículo! ¿Qué ganaríamos nosotras con que ellos se ahogaran? No obstante, nosotras subíamos muchas veces a la cubierta de sus barcos y les cantábamos bellas melodías de nuestra raza, que se pierden en los albores de los siglos.
Ellos intentaron reproducir muchas de esas melodías, algunas veces con más acierto que otras, y tengo el orgullo de decirles que el origen de lo que se ha venido a llamar entre ustedes la música celta, proviene de esos cánticos con los que nosotras deleitábamos a aquellos rudos marineros.
Algunos de nuestro pueblo piensan que el origen de muchos de esos cánticos se remonta a la antigua raza de los atlantes, y que eran cantados o recitados por ellos antes de que el continente de Atlantis se hundiera.
Muchas ciudades de aquella época están sumergidas a muchas millas de profundidad en el Océano Atlántico (por eso lo llaman Atlántico, porque está donde antiguamente se alzaba Atlantis). Yo las he visitado en múltiples ocasiones, y me encanta nadar entre sus estatuas de piedra, sus monumentos y sus edificaciones, que son de una belleza inimaginable para ustedes. Lo más parecido que tienen ustedes a su antiguo arte arquitectónico son los templos de Luxor y de Karnak en el Egipto mediterráneo. De hecho, los obeliscos que se pueden hallar en esos templos y en otras muestras de la arquitectura egipcia eran muy utilizados por los antiguos atlantes, pues parece ser que los empleaban como antenas energéticas para atraer corrientes magnéticas del espacio y condensarlas en sus templos, en sus plazas y en sus construcciones funerarias.
Hoy en día ese conocimiento se ha perdido. Pero nosotros creemos que se volverá a reestablecer entre las razas humanas de la superficie, una vez que el momento del Gran Cambio se dé lugar.
Y ahora me voy. He querido contactar con mi canal de comunicación, porque hacía ya cierto tiempo que no lo hacía.
Hasta nuestro próximo encuentro, que servirá de vínculo entre las dos razas, la de superficie y la submarina.
Horti Pan Keor. Alí Maluá. Esperaré expectante nuestro próximo encuentro, ahora que se ha depurado y pulido la comunicación con mi canal.
Fuente: Iris
Canal: Kris Won
Gracias Kris , senti asta el olor del mar al leer el mensaje.
ResponderEliminarNamaste